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Diversas definiciones de las experiencias transpersonales

Experiencia Cumbre

Abraham Maslow (1908-1970), un psicólogo estadounidense conocido por la teoría de la pirámide de las necesidades humanas, en su intento de desarrollar una explicación de las sensaciones místicas, define la experiencia cumbre (peak experience) como «la más maravillosa experiencia de tu vida, los momentos más felices, momentos de éxtasis, de arrobamiento». Según él, prácticamente el cien por cien de la población podía tener una experiencia cumbre a lo largo de su vida, aunque algunas personas las tenían con más frecuencia que otras.

Wuthnow (1978) desarrolló tres definiciones operativas de las experiencias cumbre y realizó una encuesta para saber qué porcentaje de población reconocía haber tenido esa vivencia (respuesta afirmativa entre paréntesis):

  • La sensación de estar en contacto con algo sagrado (50%).
  • Experimentar la belleza de la naturaleza de una manera profundamente emotiva (82%).
  • Sentir que uno está en armonía con el universo (39%).

Para Davis, Lockwood y Wright (1991), las experiencias cumbre podían ser producidas por logros de tipo físico, emocional, intelectual o espiritual, aunque suelen venir causadas por una combinación de todas ellos.

Según estos autores, que dan una definición más amplia de la experiencia cumbre, ésta debe cumplir con algunas de las siguientes características:

  • Emociones muy fuertes o profundas.
  • Un profundo sentido de paz o tranquilidad.
  • Sentirse en sintonía, en armonía, o uno con el universo.
  • Percepción alterada del tiempo y/o el espacio.
  • Sensación de alcanzar un profundo significado (cualidad noética).
  • Mayor percepción de la belleza.
  • Sensación de estar en contacto con una poderosa energía que parece tener vida independiente de uno.
  • Sensación de haber tenido una experiencia muy especial que sería difícil o imposible de describir con palabras (inefabilidad).

Experiencia Valle

En una obra póstuma, Maslow definió la Experiencia Valle (Plateau Experience) como caracterizada por sensaciones de serenidad, paz, una profunda sensación de conocimiento. Se trata de experiencias menos intensas, pero más duraderas que las experiencias cumbre. El ejemplo clásico de experiencia valle lo representan algunos estados meditativos.

Experiencia Nadir

La experiencia nadir, según Maslow (1968), viene caracterizada por sentimientos negativos o descenso a las profundidades. Puede tener efectos similares a la experiencia cumbre, aunque por el camino opuesto. Se asemeja a la emergencia espiritual (ver más abajo).

Experiencia Mística

Siguiendo los estudios de William James, Stace (1960) y Hood (1975) desarrollaron una investigación sobre las experiencias místicas. Fruto de este trabajo, surgió la Escala de Misticismo o Escala M de Hood, que sirve para medir, de manera empírica los informes sobre experiencias de este tipo. Existen ocho categorías de vivencias místicas, aunque como en todos los casos, no todas están presentes en todos los informes:

  • Cualidad de no-ego. Pérdida del sentido del yo, absorción en algo mayor.
  • Cualidad unificadora. La multiplicidad es experimentada como unidad, todo es uno.
  • Cualidad subjetiva interna. Todo tiene consciencia, todo está vivo.
  • Cualidad temporal/espacial. La experiencia está más allá del espacio y el tiempo.
  • Cualidad noética. La experiencia es una fuente de conocimiento válido, intuitivo e interiorizador, aunque no necesariamente subjetivo.
  • Inefabilidad. No se puede expresar la experiencia mediante el lenguaje convencional.
  • Afección positiva. Produce alegría o dicha.
  • Cualidad religiosa. La experiencia se siente como intrínsecamente sagrada, misteriosa, digna de reverencia y de asombro. Esta cualidad puede no estar relacionada con el lenguaje religioso establecido.

Experiencia Espiritual

Greeley (1974) realizó una encuesta con la siguiente pregunta: «¿Alguna vez has sentido que estabas cerca de una fuerza poderosa, espiritual, que parecía hacerte sentir fuera de ti mismo?». El 35% de las personas encuestadas respondió que sí a esta cuestión.

Verdadera Experiencia Espiritual

Siguiendo el trabajo de Greeley, Thomas y Cooper (1980) establecieron una distinción entre las experiencias reportadas por Greeley y lo que ellos denominaron «verdaderas» experiencias espirituales. Para ellos, una experiencia auténtica debía incluir un profundo efecto transformador en la vida de la persona. Del 34% de personas que respondieron afirmativamente a la pregunta de Greeley, un sorprendente 1% reconoció haber sufrido un cambio radical a consecuencia de la experiencia.

Experiencia de Fluir

Para Csikszentimihalyi (1990), la experiencia de fluir se da cuando actuamos de una forma totalmente comprometida, experimentando el presente de un modo holístico (completo).

El fluir surge de un equilibrio entre la habilidad y la responsabilidad, entre el control y la incertidumbre, entre la pericia y el desafío.

Cuando el desafío es mayor que la pericia, surgen las sensaciones de pánico. Cuando la pericia es mayor que el desafío, experimentamos aburrimiento. En ambos casos, la conciencia queda a un lado y nos movemos por automatismos. En cambio, la sensación de fluir, que está a mitad de camino entre el pánico y el aburrimiento, genera un estado de conciencia incrementada.

Algunas características de este estado son:

  • Trascendencia personal. Sensación de que no existe un yo separado de la realidad. La distinción entre uno y el entorno o la actividad es escasa o nula. Concentración en el presente, unión de la acción y la conciencia.
  • Recompensa intrínseca. La recompensa es la propia actividad y no hay ningún objetivo o meta ulterior.
  • Compromiso. La conciencia está completamente comprometida con el momento y la actividad presentes.

Las experiencias de fluir surgen en aquellos casos en que nos enfrentamos a situaciones altamente problemáticas, pero que, al mismo tiempo, podemos solucionar.

Emergencia Espiritual

Grof y Grof (1989) describen bajo este término aquellas experiencias espirituales que son extremadamente estresantes. Para estos autores, el emerger espiritual es el proceso de moverse a niveles de desarrollo transpersonal más elevados. Cuando este proceso se convierte en algo estresante, provoca una crisis, que denominan emergencia espiritual.

Un emerger espiritual se puede convertir en una emergencia espiritual cuando:

  • La persona no tiene un marco conceptual que le permita aguantar, comprender o aceptar la experiencia.
  • La persona no tiene la estructura física o emocional necesaria para integrar la experiencia: falta de estructura de ego, poca flexibilidad, etc.
  • La red social define la experiencia como patológica (con connotaciones negativas).

Se hace, por tanto, fundamental, comprender estas experiencias humanas y ofrecer un marco social y terapéutico adecuado para su correcta asimilación.

Estados Alterados de Conciencia

Llamamos estados alterados o modificados de conciencia a todos aquellos episodios en los que la mente cambia su modo de funcionamiento habitual de vigilia, presentando unas características particulares. Son estados constructivos, regenerantes y equilibrantes.

Los estados de conciencia modificada son tan antiguos como el ser humano, ya que forman parte del funcionamiento normal de nuestra propia mente. El sueño, por ejemplo, es ya un estado de conciencia modificada.

Características:

  • Modificación de la actividad mental espontánea. Estado en el que se «para el pensamiento», aunque sea durante períodos muy cortos.
  • Relajación del cuerpo y de la mente. Reducción o eliminación de la actividad motora (con excepción de la actividad motora basal).
  • Recuperación de energías físicas y mentales. Estos estados pueden llevar a un cierto tipo de «euforia tranquila».
  • Distorsión del sentido del tiempo y de la duración de los acontecimientos. El tiempo puede alargarse o acortarse. En algunos casos, el tiempo se convierte en un concepto carente de significado.
  • Modificación del sentido de la identidad personal; los límites del cuerpo, del Yo pueden parecer ampliados o desaparecer por completo.
  • Escucha de la sabiduría del cuerpo y de sus mensajes.
  • Apertura a mensajes del inconsciente o de la mente superior.
  • Desarrollo de la mente intuitiva y racional. La intuición se hace más profunda y clara, la razón se vuelve más lúcida.
  • Sentimiento generalizado de calma y serenidad que puede aplicarse en cualquier momento de la existencia. Sentimiento de estar «lejos del vaivén», más centrados y confiados, menos envueltos por las emociones del momento.
  • Expansión general y paulatina del ser y la conciencia hasta fundirse con una totalidad mayor.
  • Estos estados se alcanzan a través de muchos sistemas. Por ejemplo, la música (sobre todo la percusiva, rítmica o repetitiva), el baile rítmico (trance cinético), el éxtasis o fervor religioso, la respiración, el consumo de determinadas drogas (enteógenos), y también a través de la relajación y la meditación.